Recetario para la memoria (Guanajuato)
Zahara Gómez Lucini




Durante la época de la Colonia, las tierras que ahora llamamos Guanajuato eran el granero de México. Un amplio y soleado valle en el límite norte de Mesoamérica habitado por nómadas (comúnmente conocidos como chichimecas, pero que incluían también a las naciones pames, guamares, zacatecos y guachihiles), que lo recorrían al ritmo de las estaciones. Los extranjeros armados que llegaron a nuestras tierras vieron un enorme potencial para producir alimento en esos extensos valles bañados por ríos y lluvias de temporal, ríos que ahora llamamos Guanajuato, Silao, Lerma.

De aquí salió el maíz, el trigo y el frijol que hacían crecer los cuerpos que explotaban la tierra; de aquí salió el sorgo que alimentó a los cerdos y reses que proveerían de proteína a los colonizadores; de aquí la alfalfa que nutrió a los caballos que jalaban los carros cargados de mineral. “La colonización sienta las bases de las migraciones posteriores”, advirtió la historiadora estadounidense Aviva Chomsky, 500 años después, en sus libros Indocumentados.

Las nuevas dinámicas desarraigaron a los pequeños agricultores que buscaron suerte al otro lado de la frontera o en las nacientes industrias maquiladoras. Todo esto fue perceptible en el paisaje: los campos verdes o dorados, según la temporada de alfalfa, maíz, sorgo o trigo, dieron paso a un gris homogéneo de las naves industriales y armadoras de autos. La tierra se agrietó y en donde antes salían frutos y hortalizas, comenzaron a cosecharse también cuerpos de personas desaparecidas.

Editado por Daniela Rea, Clarisa Moura, Zahara Gómez Lucini
Diseñado por Clarisa Moura
Textos de Daniela Rea, Mayra Lopineda, Jessica Chantal Alcázar Romero, Cinthya Cecilia Alvarado Rivera, Fabrizio Lorusso, Zahara Gómez Lucini y Alejandra Díaz
Fotografías de Zahara Gómez Lucini
230 x 166 mm
272 páginas
2022
Sobrecubierta americana
Español
ISBN9786078861040